domingo, 7 de septiembre de 2008

Cubito

Hace un par de semanas encontré un juguete en mi casa, era este que muestro en la foto. 

No tenía la menor idea de para que servía ni como se jugaba. Pero yo me divertía dándole vueltas y girando sus piecitas. Me dijeron que se tenía que formar un cubo. Acto seguido lo dejé.Y es que nunca he sido bueno con esas cosas de armar, con las justas logre armar un lado del cubo mágico después de semanas de intento, no pude ni armar la estrella de la muerte ni esa pelotita de coca cola que se dividía en 4 partes. Tampoco pude desatar ese juego de los clavos que parece que solo se separan con magia.

Pero el otro día desperté y sobre mi cama estaba este bendito juguete así que empecé a manosearle sus partes aún medio dormido hasta que sin darme cuenta se formo un cubito. El cubo más hermoso  de toda la creación. ¡Lo había logrado! Lo miré por horas. Sentía que él me miraba también y me decía: “gracias”.

Sabía que si lo desarmaba no iba a lograrlo de nuevo. Así pues que decidí tomarle fotos al proceso de desarmarlo para luego armarlo cuando me dé la gana.

Y eso hice. Lo arme y lo desarme todo el tiempo durante los siguientes dos días. Luego reaccioné y pensé: “¿Habrá otra manera de hacer el cubo?” Intente una vez y como era de esperarse, no lo logré. Lo volví a armar calladito nomás viendo las fotos y lo deje sobre mi mesa de noche hasta el día de hoy.



138 comentarios: