domingo, 7 de septiembre de 2008

La última comunión

En mi época escolar me escondía en el baño para no ir a la eucaristía. Nunca me gustaron esas cosas. A lo largo de mi vida debo haber ido no más de treinta veces a misa, contando matrimonios, bautizos, navidades, semanas santas, y misas de domingo, todas de mala gana. Será que la combinación aburrimiento-agnosticismo y mi no creencia no se llevan bien.


Pero esa noche estaba delante de una iglesia y me preguntaba: “¿las iglesias tendrán baño?”Me meaba y me quedaban pocos minutos para averiguarlo antes de que llegue mi prima, que se casaba esa noche.Por supuesto que tenia baño, pero no era celestial como había imaginado. Para ser baño de iglesia le faltaba su buen toque divino. “¿Acaso así sería el baño del reino de los cielos?” El wáter ni siquiera tenía tapa. En fin, me quedó tiempo para compra una coca cola en la tienda.


Mientras tanto pensaba “me hubiera cagado en todo y no me ponía terno, y venia en jean y casaca, total, me siento al fondo y nadie me ve… ¡pero no! Que van a decir mis tías, mejor no.”


Regreso a la iglesia coca cola en mano y llamo la atención de mis familiares. A mí me llama la atención una de mis tías que fue vestida como le dio la gana. ¿Se valía eso? Me podrían haber avisado. Se me acerca un primo a decirme que como se me ocurre entrar a la iglesia con una coca cola. ¿Está prohibido eso? ¿Es pecado? En el altar hay vino y nadie se queja. ¿Y si entraba con una botella de vino, se valía?


“Vayan a sentarse a primera fila por el amor de dios” regañó una de mis tías con una sonrisa fingida apretando los dientes y frunciendo el ceño. Me pareció que su expresión de molestia no expresaba el amor de dios. ¿O sí?


Durante la ceremonia me cuestioné las mismas cosas de siempre. ¿Qué es esto del evangelio según san Lucas? ¿Por qué la gente se persigna así de veces? ¿Por qué el sacerdote siempre habla tanto? ¿Y por qué la gente va a misa si el sacerdote siempre dice lo mismo? ¿No les aburre? Es como ver la misma película todos los domingos. Y se la saben tan de memoria que repiten todo el diálogo.


Yo no entiendo ese feeling y realmente no lo comparto. A los diez minutos ya quería no haber nacido. El soundtrack me pasaba de vueltas. El camarógrafo me filmó mientras no hacía nada en lo del evangelio según san Lucas, me filmó mientras no cantaba y me filmo cuando trataba de recordar que seguía después de “santificado sea tu nombre”.


Por supuesto que no comulgué. Tampoco supe nunca porque la gente se arrodilla y se queda callada después de hacerlo. ¿En qué piensan? Yo lo que pienso es “que ¿ya? ¿Ya me levanto?”


Acabó la ceremonia y mi prima y su esposo fueron a un saloncito para los saludos y los bocaditos. Me asome para ver la fila. Fue lo suficientemente larga para hacerme decidir ir a la bodega y mandarle un saludo por el facebook.


La religión no es para mí. No la entiendo y no la sé usar.


1 comentario:

P.E.P.E. ® dijo...

has probado en ir a lo mejor no tan drogado a misa? a lo mejor se te abre la mente....
nahhh !!
a mi tambien me llega muy divinamente al sexo la religion y todo lo que se le parezca.. pero es tan extenso explicarte en que creo y en que no. que ahorita la verdad no me da mucho la gana..

bueno el post.. !

si no fuese por en indigente ese de la foto chupando racumin encalteado en botella de Coca.

un abrazo pancontortilla