domingo, 3 de agosto de 2008

Gallito Negro

Muchas veces en mi vida me he despertado en medio de la noche, pero nunca así.

Yo no sufro de insomnio, ni tengo problemas para dormir, simplemente duermo y ya. Los problemas los tengo a la hora de levantarme, sea la hora que sea, si es que algún factor externo ha intervenido en eso.
Entiéndase por “factor externo” a todo aquello que irrumpe en mi sueño y me arranca de los brazos de Morfeo con la furia del dragón sin antes consultarlo con los dioses.

La vida me acostumbró a despertarme en situaciones ajenas a mis deseos de hacerlo. Estos factores pueden ser:
Despertador: ese inquieto aparatito expendedor de bulla. Sé que solo basta apretar un botón para que vuelva a su función de ser inanimado.
Alguna llamada de Eduardo: sé que me llama solo para despertarme. Basta con apretar el botón rojo.
Calambre en la pantorrilla: es horrible despertarse así a mitad de la noche, pero nada más bastan unas estiradas y vuelvo a dormir en el instante.
Dolor de estómago: o huacha floja, la más horrible de todas, la cual me aguanto a más no poder hasta que abro los ojos y ya estoy en el baño, parpadeo y nuevamente estoy dormido en mi cama.
Pesadilla: estas obras de demonio, normalmente abro los ojos, miro bien a todos lados, me aseguro de que no esté el cuco y sigo durmiendo.
Temblor: me despierto pero jamás me levanto hasta escuchar a las paredes decir: “¡me caigoooooo!”
Como ven tengo todo previsto para cada situación externa que cause mi regreso momentáneo a este mundo. Es por costumbre. Pero la vida no te prepara para algunas ocasiones. Sobre todo en la que estuve envuelto esa noche.

Esa noche todo era paz. Nada había perturbado mi mundo de fantasías. Dormía yo placenteramente, regocijándome entre sabanas blancas como nubes de algodón (mentira, estaba en mi cama), cuando escucho un PLAF! contra las lunas de mi balcón, seguido de un CO-COOO! O sea… que mierda fue eso? Me demoré un poco en entender que el “CO-COO!” había sido un cacareo. Eran las 5 de la mañana y un gallo había caído a mi balcón! Fue lo primero que se me vino a la mente. Me levante despacito y abrí las cortinas muy cautelosamente para ver qué pasaba. Lo vi, me vio, dije AHH! Y dijo CO-COO! Y aleteo torpemente pegándose al vidrio. Y si, había un gallo en mi balcón.

Nunca había visto uno tan espeluznante como ese, en ese momento, habiendo sido asaltado de mi sueño, con mi todavía poca reacción y comprensión al mundo real, un gallo negro medio desplumado, medio calavérico, aleteando y gritando CO-COO, fue para mí el vivo retrato de Satán calato. No estaba preparado para eso. Así que retrocedí unos pasos. Tome aire, me armé de valor y decidí enfrentarme a la bestia. Abrí el balcón y salí. Me vio y tras un nuevo y escalofriante CO-COO! Y un inútil aleteo se escondió tras una maceta. ¡Me tenía miedo! Yo llevaba la ventaja y a pesar de eso, solo atiné a hacer ademanes con la mano y a decir “Shú!! Shú!!” De más está decir que no se inmutó. Había llegado la hora de un plan B. Así que traje la escoba. Con ésta le hice ademanes de ataque y repetía la frase de mis ancestros: “Shú!! Shú!!” Se espantó con mi poderoso ataque. Le ofrecí mi piedad y sin pensarlo dos veces se lanzó al vacío y
voló. Si, voló. Hasta donde yo sabía, esos bichos no vuelan. Pero creo que éste estaba poseído. Apenas lo perdí de vista cerré mi balcón y regrese a dormir.
.

Siempre me pregunte de donde habría venido y hacia donde se habría ido. Pero nunca lo supe. Solo Dios sabe para que manda a esos bichos a despertar a uno. La próxima vez ya estaré preparado para un siniestro de tal magnitud.

4 comentarios:

P.E.P.E. ® dijo...

UN GALLO SE METE A MI CUARTO A LA MEDIANOCHE...

... vieras la sopa en que lo convierto!?!?!?!??!!?

Escribir, coleccionar, vivir dijo...

Es cierto, ac� en Argentina lo hacemos guiso gourmet: caldo de gallo negro volador, �qu� manjar! Ofrecemos la receta a alg�n restaurante, registramos la propiedad privada de nuestro invento y sacamos algo de r�dito econ�mico.
Nada de superstici�n ya lo dec�a nuestro gaucho Mart�n Fierro: "todo bicho que camina -o vuela en este caso- va a parar al asador".

La Peste dijo...

Uh, me da cosita, lo juro. Eso no puede haberte pasado, es como una se�al del vecino de arriba para que te dejes de hinchar las pelotas...

sandro dijo...

si paso! tenia un video en mi antiguo cel pero lo perdi. voy a tirarle ratas al vecino, a ver si le va a gustar.